domingo, 8 de enero de 2012

Bretagne 2ª serie IV

Locronan, uno "des plus beaux villages de France", es un pueblo totalmente medieval y aunque se halle en el interior, fueron conocidos como grandes fabricantes de velas. Hoy es un pueblo lleno de casas de piedra de clásica arquitectura bretona y muy visitado.

Esta Crepería es uno de los más reconocidos por su calidad de Bretaña, donde fabrican crepes exquisitas. Vamos todos los años a comer.

Hice este boceto y se dieron cuenta que lo estaba dibujando. Luego pasó este cuaderno de mano en mano por todos los que en él trabajaban y algunas mesas. Si vais por Locronan, vale la pena conocer esta crepería por su calidad y por su decoración interior. Pero eso sí, a partir de las 12 horas está lleno y no reservan mesa.

Me sellaron el dibujo.

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Abajo otro dibujo de este bellísimo pueblo. Los coches no entran en él, siendo totalmente peatonal salvo algún coche tirado por caballos y ginetes montados y... por supuesto, bicicletas.
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Cerca del pueblo anterior está, esta villa, Douarnenez, con tres puertos y muy marinero. Uno de sus puertos lo tienen como museo de barcos de diferentes épocas. Vengo todos los años porque me encanta este ambiente. Por la tarde, paso casi toda ella visitando una tiendo muy antigua donde todo lo que venden es marinero, náutico o pesca. De ahora y de antes. Paso horas disfrutando y comprando detalles.
Se puede comprar desde un gorro marinero, un jersey bretón, hasta un ancla. Tienen de todo!!

Dibujé en el pueblo, este par de barcos veleros antiguos.

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En el museo de barcos, visité y dibujé estos otros tres barcos. Cada uno corresponde a una pieza histórica de este puerto.

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Otro de los pueblos, auténtico, marinero, en el extremo occidental de Bretaña y de Francia, es : Le Conquet; allí donde voy casi todos los años y pararme a comer en este restaurante muy típico marinero. En sus calles se respira a mar y huele a mar. Las redes se secan y reparan en las mismas calles y por ellas están todo tipo de artilugios para la pesca. Desde este puerto cogimos un barco y fuimos a la isla de Ouessant. Una isla bellísima, especialmernte para los pintores. Menos bella para sus acompañantes puesto que hay pocas boutiques y poca distracción, como no sea caminar por ella y visitar acantilados, faros, rocas y árboles inclinados por el fuerte viento... y de vez en cuando alguna foca que no llegué a ver.

Curiosidades:

El dueño de este restaurante después de contemplar mi cuaderno, nos dijo que era de Arenys de Munt. Precisamente el pueblo donde vivo. Había nacido en Arenys pero de muy pequeño se vino a Bretaña y lo desconocía, ni tampoco sabía castellano ni catalán.

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Por último, en este lugar, interior de la Bretaña, paré un día para contemplar cuatro casas y tomarme un descanso. Hice este boceto rápido a base de manchas.

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Todas estas pinturas y dibujos son hechos en años anteriores que no llegué a bajarlos a Internet y estaban en diversos cuadernos.